En las últimas décadas, hay cada vez más personas con problemas crónicos, que acumulan diversos problemas de salud,que presentan situacionesmás complejas a las que hace falta dar respuesta ycuidar durantemucho tiempo yque, finalmente, obligan a una gestiónclínica compartida entre los profesionales de los diferentes estamentos y las organizaciones que las atienden. La cronicidad, por lo tanto, se está convirtiendo en un patrón epidemiológico específico y de magnitud creciente en nuestro entorno. Constituye así, el principal vector de cambio de nuestros modelos sanitarios y social que requieren de estrategias formativas que ofrezcan un conjunto de habilidades y competencias clínicas y relacionales que faciliten un trabajo colaborativo entre todos los agentes implicados.